11 de Diciembre de 2025
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El modelo que impulsa la facultad -basado en experiencias internacionales como el problem based laerning y la ingeniería humanitaria- incluye desde prácticas con impacto público hasta desarrollos estudiantiles orientados al bien común.
Por Matías Brosheck y Felipe Aldunate
En el proceso de definir su nuevo ciclo estratégico, la Facultad de Ingeniería está impulsando una de sus apuestas más significativas: un eje formativo y de vinculación que conecte de manera sistemática su quehacer con las necesidades y desafíos del país. La iniciativa, actualmente en diseño, lleva por nombre Ingeniería para la Transformación Social y busca articular, fortalecer y proyectar los esfuerzos
existentes, desde prácticas con impacto comunitario hasta desarrollos estudiantiles orientados al bien común.
Para la decana Loreto Valenzuela, este enfoque responde a la evolución natural de la unidad hacia una etapa marcada por la inspiración y la transformación de las personas, donde el aprendizaje técnico convive con un sello humano y con la convicción de que el conocimiento debe ponerse al servicio de otros. “Nuestro sueño es inspirar y transformar personas, porque sabemos que son ellas quienes transforman la sociedad”, explica. El propósito es consolidar una identidad formativa que acompañe transversalmente a los estudiantes en sus cursos, prácticas y proyectos, y que los conecte con los desafíos del país.
El modelo incorpora aprendizajes de referentes internacionales como el problem based learning y programas de ingeniería humanitaria, aunque busca una versión propia y coherente con la identidad UC y el contexto chileno. La aspiración es que cada estudiante convierta su aprendizaje en un aporte concreto, fortaleciendo la misión pública de la universidad y ampliando la dimensión social de la ingeniería.
Este desarrollo avanza en paralelo con la actualización del plan estratégico de Ingeniería UC. Tras presentar un diagnóstico en marzo, la facultad trabaja en la definición, priorización y bajada de las iniciativas enmarcadas en tres ejes para los próximos años. Impacto, comunidad y plan educativo. Este proceso continúa el camino iniciado en la etapa anterior, marcada por la idea del Care y la incorporación
del cuidado, la empatía y la responsabilidad como parte del quehacer formativo.
La articulación con el plan estratégico de la Universidad Católica ha sido fluida. La facultad decidió avanzar al ritmo de las definiciones institucionales para asegurar una convergencia natural entre ambos procesos. “Estamos construyendo una propuesta que dialogue con las prioridades y el Sueño UC, pero desde nuestro sello de excelencia y amor”, afirma Valenzuela. El propósito es formar profesionales innovadores, creativos y preparados para contribuir de manera activa a la transformación social del país.