Descubren metapoblación de ranita de Darwin en Villarrica

Un sonido que pasó a ser un eco. Nicolás Gálvez, académico del Campus Villarrica UC, frecuenta el fundo El Copihual en Villarrica desde 2016 cuando lo invitaron a instalar cámaras para el monitoreo de fauna silvestre. Varios años después, en 2023, durante una actividad pedagógica, en medio del bosque, con Tomás Ibarra y Fernando Novoa escucharon lo que pensaron era un pájaro. Pero no; era la vocalización de un anfibio, que está en peligro de extinción: Rhinoderma darwinii, también conocida como ranita de Darwin. 

“Empezamos a notar que se escuchaba por todos lados. Se trata de esas experiencias que pueden pasar desapercibidas, pero una vez que las detectas, la reconoces en cada momento”, comenta el académico. Lo que siguió: contactó a la Fundación para la Conservación Ambiental Zoológica (CAZ) –propietarios del fundo El Copihual– y a la ONG Ranita de Darwin. Y, tras una positiva recepción de todas las partes, se continuó con un estudio realizado durante el verano, con la toma de muestras en 30 sitios que fueron visitados en tres ocasiones. 

“Una de las cosas que observamos es que es muy alta la probabilidad de que esta especie habite en el bosque, hasta el 60 por ciento del espacio. Si uno toma el bosque y lo divide en pequeñas cuadrículas, la ranita está bastante distribuida en ese radio”, dice Gálvez. Detalla que “son poblaciones que se han mantenido ahí mucho tiempo; un individuo no se mueve mucho. Solo un par de metros“. 

Hans Muhr, del directorio de la Fundación CAZ, comenta que “antes de crearse la fundación, estaba en marcha un programa de manejo forestal sugerido y aprobado por CONAF, que contemplaba, entre otras faenas, el raleo de árboles menores y la extracción de la leña resultante. Y esta tarea se suspendió indefinidamente en el momento mismo del descubrimiento. Se renunció a este ingreso, en aras de mantener el estado de conservación de la ranita, de lo que nos han mantenido al tanto los propios investigadores de la universidad”. 

Tras este hito, la ONG Ranita de Darwin también se sumó a las investigaciones. “El hallazgo de esta población es muy importante para la conservación de la especie, porque es una de las pocas poblaciones de la zona de la Región de La Araucanía que no se encuentra en las áreas cordilleranas“, afirma Andrés Valenzuela, presidente de la organización. Pero no es todo; también destaca: “Esta población es muy valiosa y particular, porque no solo se encontró la ranita en un punto específico, sino que se encontraron poblaciones distribuidas a lo largo de todo el fundo, probablemente formando una metapoblación”. 

Sobre las características de la especie, Valenzuela comenta que “el fenotipo es similar a las otras poblaciones que conocíamos en la cordillera de Los Andes, pero no sabemos el aspecto genético, y para descifrar esa incógnita estamos comenzando a tomar las primeras muestras”. 

En la investigación también participaron las estudiantes de Biología Josefa Quirola y Ayleen Bravo, y el exalumno de Ingeniería Forestal Jesús Díaz, como ayudante en terreno, con el apoyo del IPRE y la RCER de la Vicerrectoría de Investigaciones. 

En peligro de extinción por tala de bosque y rara enfermedad

Según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), la especie Rhinoderma darwinii está en la lista roja, es decir en peligro de extinción. Valenzuela detalla las principales dos causas que han situado a la ranita de Darwin en este estado. La primera: “Es una especie que solo vive dentro del bosque. El bosque se ha perdido o desaparecido para plantaciones agrícolas, asentamientos humanos y, en otras partes, donde el bosque sigue, ha existido degradación como talas de algunas especies. Eso ha afectado a la ranita”. 

La segunda causa es una enfermedad de la piel que afecta a los batracios. “Es un hongo microscópico llamado quitridiomicosis. Cuando una ranita se infecta, más del 90 por ciento mueren de la enfermedad y es una muerte que ocurre bastante rápido, de días a semanas. Sabemos que esta enfermedad ha producido la declinación de muchas poblaciones de ranita”, explica Valenzuela. Es por eso que el presidente de la ONG afirma que también han tomado muestras para evaluar si existe presencia del hongo donde descubrieron las poblaciones del anfibio. 

Por otra parte, Gálvez detalla las características del sector donde encontraron a las especies: “Dentro de las cosas más interesantes que vimos, fue que puede existir una influencia importante de la profundidad de hojarasca en la presencia de la ranita. También la cobertura del dosel superior del bosque. Entendemos que estos son un factor importante para el hábitat”. 

Sobre los pasos por seguir, desde la ONG Ranita de Darwin resaltan la importancia de proteger el bosque. Gálvez también vaticina el derrotero del hallazgo. “Con la ONG queremos ocupar nuestros datos y queremos hacer más estudios de densidad y abundancia, ahora sabemos dónde se distribuyen distintas poblaciones. Sabemos que puede haber más dentro del bosque”, afirma.  

Hans Muhr también visualiza lo que se viene: “Estamos esperando más antecedentes antes de tomar alguna postura que pueda perjudicar a la población existente. Nos interesa que se difunda el descubrimiento entre los investigadores, tesistas y alumnos que nos visitan, de modo de crear conciencia respecto de conservar el ambiente necesario para que prosperen estos hermanos menores, que nos acompañan día a día, como diría Francisco, el Santo de Asis”.